23 jul 2011

Los caballeros

Un reciente gesto de un amigo cada vez más cercano, me ha dejado pensando estas últimas 2 semanas en lo que debe esperar alguien para decidir que alguien es un caballero.
Estos gestos, que en realidad son cosas tan simples, uno debería darlas por hechas, pero en muchos casos hay que explicarlos y enseñarlos, cosa que me parece lejos lo más frustrante´.
Y si bien mucha gente me considera decimonónica porque me gustan este tipo de gestos, me parece que la caballerosidad es parte de una rutina valiosa en la convivencia humana, asi como los gestos femeninos y propios de las mujeres.
Aquí es donde los que luchan por la igualdad de género me matan: hay roles que enriquecen el juego social y que nos definen en una posicón más o menos estables en nuestras relaciones.
Yo, recientemente me he dado cuenta que el ser caballero, más que simples gestos determinan una forma de ser y aun cuando hay un montón de formas que pueden ser aprendidas, un hombre caballeroso (por estos días) NO lo es porque todo el mundo lo sea y mucho menos porque sea una verdadera exigencia social, si no que lo es porque siente un profundo y real rspeto por quien está al lado suyo, conviviendo con él.
Así, debo confesar que cuando supe la verdadera historia del gesto del hombre de caminar por el lado afuera de la vereda dejando a la mujer entre él y las casas, (gesto que me inspiró), me hizo valorar más a mis amigos que lo hacen.
Porque si bien el gesto se inició, según me contaron, para que los desechos que se arrojaban hacia la calle no mancharan al hombre, hoy ha tomado un sentido de protección que habla más bien de respeto y cuidado que de superioridad machista.
Este gesto, así como otros, no tienen más sentido que ser un buen gesto. Creo que es suficiente como para apoyar mi punto de vista; caballero es el que cuida, atiende desde su realidad inspirados en el respeto.
Y en ese sentido, el respeto se paga con respeto. Sin intentar decir que hay "roles" que son inmutables e intransigibles, digo que teniendo la posibilidad de ser cortés y dedicar algunos gestos a la persona con quien convivimos, somos caballeros o verdaderas damas.
En términos generales, es necesario sar un trato amigable y cariñoso.
Y por qué me refiero a los caballeros? Bueno, porque así los prefiero de ahora en adelante.