23 jun 2011

Pensando en los últimos sucesos acontecidos, en mi vida y en las reacciones de otros, me olbigué a reflexionar acerca de lo viejo, lo que pasa ahora y el futuro.
Cuando uno está en medio de la pena y lo borroso de la incapacidad de mirar más allá del día, siempre es bueno que algo te desestabilice. Espero que no sea malo ni condenable el hecho de mirar el mundo con otros ojos.
Me pasó que en los últimos tres meses he descubierto mucha gente linda y que no había visto antes. Lo que me ha desestabilizado es ver lo bien que me ha hecho: ser loca y sacar la vuelta es desequilibrante y encantador. Darme cuenta por fin que estoy de vuelta en el mercado es interesante y bueno. Como fui tan buena mujer yo no vi a nadie más mientras estuve en pareja y ahora que lo estoy, veo de nuevo.
Ha sido interesante, porque he visto gente de nuevo y me he encantado.
Ha sido reconfortante ver como estas cosas me han permitido superar la pena y el adiós que tuve que hacerme a mí misma (chaíto). Estas cosas me han permitido reencontrarme con ese lado loquillo y espontáneo propio de mi ser yo, con esa independencia que me caracterizaba. Y más que convertir todo en un adiós eterna y doloroso, me he podido dar el gusto de que sea un "homecoming" donde he recibido con alegría muchas cosas que volvieron a mí.
Y si bien esto no excluye la pena que tuve, debo decir que la han morigerado, dándole un sentido.
Y como hoy estamos en un cierre no me queda más que agradecerlo todo; a mi ex pareja (el que a través de una secuencia me llevó a esta revelación), amigas, amigos, hombres guapos que divisé, mujeres lindas que me inspiran, wachones todos, wachonas tiernas.
Y con esto quiero significar algo más: Derecho todavía no me come el alma! Si, porque ayer vi The Hills y VH1 sigue siendo mi canal de telebasura favorito.
Lo mío vuelve a ser la política fashion.

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